martes, 10 de agosto de 2010

érase una vez una chica que no se llamaba Alicia...








Pero si vivía en el Pais de las Maravillas, allí las gallinas tenían nombre propio y estaban casadas, las puertas crecían de color turquesa en la tierra, y de los árboles colgaban braguitas de flores. Gracias, Virginia, por compartirlo conmigo!